“Desde que empecé a orar a Dios para que me utilice, empecé a tener situaciones diariamente; eran casi imperceptibles, desde el vendedor de la calle y limpiador de parabrisas que me acosaban todo el tiempo, de repente empecé a sentir amor a esas personas, por ejemplo ya no me molesta darle directo a los pobres y menos tenía pensamientos malos hacia ellos, sobre qué harían con lo que le daba etc. Es más incluso les bendigo y ellos al escuchar eso se emocionaban y se sentían agradecidos con Dios mismo, era como que ellos entendían que dios respondía a su clamor. Y lo que yo sentía con esas pequeñas acciones era Paz! La Paz que sobrepasa todo entendimiento, entre en un estado de quietud total. Honestamente tome la palabra que está en proverbios 19:17 ” A Jehova presta el que da al pobre, y el bien que ha hecho se le volverá a pagar” ”